Tal cual

En un andén de la estación recordé aquel beso de niños, cuando tu me pedías que te esperara despierto, cuando aquella habitación era nuestra trinchera, y defendiamos aquella paz frente a cualquier guerra. Choveu e choveu dende entón, deixamos atras máis de tres mil luas, e case tres millóns de bicos. Llueve en la estación, otra vez llego tarde y me he olvidado el paraguas. Siempre tengo la cabeza en otro lado, ya sabes que soy especialista en viajar sin usar las maletas.

Y es que esta es mi apuesta en la vida, vivir soñando, mientras espero a que pase algo. Entre tanto, disfruto de esas pequeñas cosas que pasan casi todos los días.

A veces me pongo a pensar, y me doy cuenta de que la humanidad se vuelve contra si misma, contra el diablo y hasta contra Dios.

Quizas algún día caigan las fronteras devolviendo algo de la dignidad que nos hemos robado. No entienden que todos venimos de todos lados.

Yo no se de donde vengo, pero si se a donde voy, por que voy donde tu vayas.